Durante la jornada seguimos un horario en cada una de las actividades, aunque hay una flexibilidad necesaria pues cada niño tiene un ritmo biológico diferente que se debe respetar. La secuenciación en las actividades cotidianas ayudan al niño / a mejorar la noción temporal.

Las rutinas de la escuela:

De 9 a 10 horas: Acogida de los niños. Es la hora del desayuno.

A las 10 horas: Comenzamos la actividad, despertamos a nuestras mascotas acompañados de música.

De 10 a 12 horas: Es el horario de actividades y talleres de aprendizaje, y recreo.

De 12 a 12,30 horas: Salida de los niños, mientras los niños y niñas que se quedan a comer practican los hábitos de higiene.

De 12,30 a 15 horas: Hora de comer y de descanso de los niños.

De 15 a 15,30 horas: Acogida de los niños, despertamos de la siesta y iniciamos actividades.

De 15,30 A 17 horas: Es el horario de actividades y talleres de aprendizaje.

De 17 a 17,30 horas: Salida de los niños.

* Con los niños más pequeños nos adaptamos a su ritmo de sueño y de alimentació.